aquel día era el 5 de agosto la mayor parte de nosotras FMA ha prometido fidelidad a Dios con estas palabras: Conociendo mi debilidad y temiendo la inestabilidad de mi voluntad me pongo en tu Presencia, Omnipotente y Sempiterno Dios; e implorando los dones del Espíritu Santo la asistencia de la Bienaventurada Virgen María y de mi Ángel Custodio, hago voto de castidad, pobreza y obediencia Tú, oh mi misericordioso Jesús, me has inspirado hacer estos votos, ayúdame con tu santa gracia a observarlos Virgen Inmaculada, potente ayuda de los cristianos, sé mi guía y la defensa en todos los peligros de mi vida. Glorioso San José, San Francisco de Sales, San Juan Bosco, Santa María Mazzarello, Santos y Santas del Cielo rogad a Dios por mí. ¡Amén! Recordaos de esta solemne promesa que habéis hecho al Señor, y con su santa gracia os ayude a mantenerla, icordatevi di questa solenne promessa “Io vi posso assicurare che l’Istituto avrà un grande avvenire, se vi manterrete semplici, povere, mortificate.” e sia così!